El rincón del Chupacabras

¿Están ahí? Los saluda una vez más su amigo el Chupacabras, el que los mira y no puede creer que no corran. Sabina la santera fugó de la isla y dejó a su prima Doña Emiliana…esta es menos ruidosa que mi ex amita y algo mas chamba, ya no tengo que nadar hasta Miami por una bolsa de doritos mugrosos cuando le agarra la bajona a Emiliana tal como lo hacía por Doña Sabina.
Les cuento que he estado pasando buen tiempo con los integrantes más nuevos de la isla…esta vez sí que buscaron en TODO el mundo para encontrar a los herederos Cienfuegos. Desde India: Fernando “El Domador de Paquidermos”; desde la península Ibérica Nuria “La Catalana” Frigola; desde Rumania (creo que es rumano porque no le entiendo lo que dice) Paulo César “El Empalador” Polo; desde Centroamérica Lore “Brazo de Hierro” Rivas y desde el país de la velocidad y el vértigo Coco “Flash” Lozada…me caen súper bien estos muchachos más aún porque me tiran una gallinita o una cabra de vez en cuando…son chéveres. Una opresión circular con las extremidades superiores para todos ellos.
Les cuento que estuve en el Centro Cultural Ricardo Palma estas últimas dos ediciones…estaba escondido tras una de las patas del escenario (soy sigiloso, sino pregúntenle a la cabra Yola, a la gallina Lourdes, al cuy Juancho, a la vaca Martha, al pony Giorgio y al caimán Ruperto…bueno difícil que los encuentren ya que están “indispuestos” en mi digestión). Menuda volteadita de partido la de los Cajut Impractianos…Katapúfete! que miedo! Aunque esos cuernos me hacen recordar ciertas meriendas de mis años más locos…una vez almorcé una Vikinga, pero eso es otra historia. El hecho es que es la primera vez que Los jóvenes le manotean un triunfo a los Remeros del Drakar.
Este campeonato se perfila interesante (he tomado un curso con el comentarista deportivo Pold Gastello) y espero poder escabullirme nuevamente al CCRP sin que me vea la seguridad.
Se despide su amigo el Chupacabras que los mira, se acerca, los huele un poquito, los mira intensamente a los ojos y no puede creer que no salgan corriendo.