Hola a todos nuevamente. Los saluda su amigo de siempre, que realmente no llega a comprender como no corren cuando me ven o cuando me huelen al menos. Sí, soy el chupacabras.
Antes que todo no se olviden que este viernes 6 y sábado 7 de agosto a las 8pm en Centro Cultural Ricardo Palma (Larco 770) empieza el Improthlón!!! Vuelven los amitos a la cancha!!! A solo 10 unidades monetarias peruana. Este año volvemos a ser campeones!!!
Les cuento que ya empecé a entrenar con el amauta y con el muchacho de rulos abundantes. Decidí salir de mi retiro para ver si puedo regresar a las canchas. Ya que ahora tengo un poco mas de tiempo en vista que mi ex ama dejo la isla “misteriosamente” y que realmente no corren al verme (lo que me hace pensar que me aceptan en su manada) creo que es hora de que conozcan mi historia.
Mis orígenes se remontan al año 1949 cuando nací en el cálido seno de un laboratorio de desarrollo de armamento y experimentación biológica en Roswell, Nuevo México. Mi infancia fue normal y conservadora: baños de rayos gamma, exámenes de tolerancia al dolor y paseos en la centrífuga de gravedad…ustedes saben lo tradicional. Así llegó la pubertad, luego la adolescencia y finalmente la mayoría de edad. Como todo experimento de laboratorio, con inclinaciones por las aves de corral y el ganado, que alcanza la mayoría de edad llegó el momento de salir al mundo. Tras una extraña despedida que involucró, básicamente, evadir unas cuantas cámaras de seguridad, dar un paseo bastante cuidadoso por un campo minado y varios días de persecución intensa por el desierto. Sin darme cuenta llegué a Canadá. En el camino me fui dando cuenta que no era como el resto y que el mundo no estaba preparado para un chupacabras. Para ser sinceros, estaba triste con el bípedo promedio.
En Canadá llegué a una ciudad llamada Calgary. Al tener que completar mi educación y entender mejor al ser humano me infiltré en el sistema de ventilación de la Universidad de Calgary. Pasé muchos de mis mejores momentos en esos ductos. Mi clase preferida era Drama que la dictaba un profesor inglés. Luego me enteré por doña Kata que es un familiar, pero en ese momento ni doña Kata, ni mis maravillosos amitos habían entrado a escena.
Una noche en el estacionamiento de la universidad estaba pasando hambre…el animal mas pequeño en esa zona de Canadá es el Alce y, me avergüenza un poco decirlo, escapa un poco a mis posibilidades digestivas. Un momento después escuché un ruido extraño, como de forcejeo. Me acerqué y, sorpresa la mía, cuando vi a mi admirado profe siendo asaltado…en corto me comí las botas, billetera, correa y casaca de plumas de ganso del asaltante. Este corrió y cuando estaba a punto de emprender mi escape escuché: ¡espera! Ese fue el comienzo de una interesante amistad. El profe me tomó como pupilo en secreto. Un día estaba pensando que nombre ponerle a su nuevo grupo de teatro…yo le sugerí el Alce (moose) como símbolo, total estaban en todas partes y para mi era como algo indigerible, incomible, imposible. El profe lo completó con “relajado” (loose). Le puso “The Loose Moose Theater”
Bueno, hasta acá llega mi relato por el momento. Un fuerte abrazo u opresión circular con extremidades superiores.
