LA FOTO DE LA SEMANA

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Esto es COORDINACIÓN... señores... APLAUSOS POR LA BUENA IMPRO!!!

lunes, 21 de junio de 2010

Por la ruta de Adalberto








Tengan ustedes muy buenas tardes-noches, amados habitúes al ciberespacio y respetuosos de las laderas y orillas de Cajut Impract. Los saluda su amable servidor, Adalberto Ferreiros de Buenaventura, cajutiano de nacimiento y Buena Impro de corazón; ingeniero de profesión y rutero de vocación. Aquí yo, siempre listo para compartir mis experiencias por las rutas de nuestra isla y por las distintas costas de América, vengo ahora a instalarme en esta ciudad de reyes (y reinas) de los jardines, y de las calles, y de las combis y alamedas… Desde el parque de la muralla hasta los pantanos de Villa… desde el Cerro San Cosme hasta el parque industrial de Villa El Salvador… desde Pilas hasta Pachacútec de Ventanilla… desde la Plaza San Martín hasta la barranquina (y dicen que ahora vilipendiada) calle San Martín…

Con notoriedad notoria he notado que era cierto lo que me contaba mi querida comadre Catalina Johnston: a las 6 de la tarde, el ruido se apodera de la calle limeña, y, a las 2 de la madrugada, los medios escasean… y también los bolsillos… así que yo, llegado desde la sandunga y el saoco de Cajut Impract, vengo a ofrecerles mis servicios como rutero… y es que, con solo dos semanas acá, ya he sacado línea de cómo moverse por la ciudad de forma segura y a bajo costo…
Para comenzar, vayamos con un tramo que es común los fines de semana entre las 10 de la noche y a las 3 de la mañana: Plaza San Miguel-Parque Kennedy-Boulevard de Barranco.

Después de pasearte por Ripley, Saga y todas las tiendas de este grandísimo centro comercial, y de tomarte tu late con caramelo alto en Starbucks, como que los pies te piden más movimiento y tú quieres ya un poco de pachanga. Entonces, claro, tú dices camino unas cuadras y me meto al Shirley´s o al Tequila, o pruebo un poco de suerte en el Tijuana´s y bailo ahí con la orquesta (que me consta que mueve su sandunga), pero, muy seguramente, tú quieres cambiar de aires y pasearte de bar en bar, y te vas a Barranco… Pero es ya como 10 de la noche y los carros abundan por La Marina, así que debes buscar tu movilidad, tú quieres ir rapidito a bailar, o tonear, como dicen por acá… pero no tengo dinero, te dices. No importa; todo es muy simple: tú debes subir a tu guagua, sí, a tu combi y viajar por La Marina, Pershing y Javier Prado, hasta que llegas a Arenales; claro, en camino, te has revisado todos los bares donde puedes volver otro día cuando no quieras salir de San Miguel o quedarte por la comunidad cercana de Pueblo Libre, y esos restaurantes –guariques le dicen, ¿verdad?- donde puedes comer tras el baile.


Y bueno, en Javier Prado, estás ya y, ahí, haces transbordo y te subes a la 73, una ruta que dicen que tiene tantos años que hasta un restaurante muy elegante le han hecho en Barranco. Sí, y, como, seguramente, anda lleno, en el viaje, puedes ir poniéndote en onda con la música del chofer y el acompañamiento sonero del cobrador, o, si eres más refinado, con tu MP3. ¿No tienes, o vas acompañado por más de un amigo y no alcanza para todos? No importa, siempre he visto que suben unos jóvenes a cantar con sus flautas de madera y otras tipo de pan, así, con música que embeleza casi como me movían el cuatro de don Heriberto y el rondín de Emilia Rondón Velásquez allá en la isla. Sí, y te amenizan todo el trayecto. Cuando ya estás en Miraflores, puedes ir viendo a qué bares ir si no encuentras buen ambiente en Barranco (o si está lleno simplemente)… y, si te diste cuenta que tú quieres cantar y cantar, ahí mismo, en el parque Kennedy, te bajas, y hay varios karaokes y de varios precios; tú mismo, mi hijo, puedes ser como el gran Rómulo Barrientos, compañero de venturas nocturnas con el compadre Ibrahim, que nos visitaba desde Cuba cada seis meses; o, si lo prefieres, puedes moverte al ritmo de la cajunela, célebre y emotiva danza de los cajutianos.


Pero, pronto, muy pronto, ya estás en Barranco. Ahí, con tus amigos que ya llegaron o los que fueron contigo, comienzas tu ruta a pie por el Boulevard y la hermosísima plaza que tienen acá en ese tradicional distrito, con una alameda que no tiene nada qué envidiar al Paseo Barambiano, en el sector oeste de nuestra isla.


Claro, hay otros caminos, sí, por otro lado. Puedes tomar la ruta S que va por la Av. Brasil y por El Ejército, sin tanto tráfico de Javier Prado, pero te aviso que igual debes tomar tu transbordo, solo que en Miraflores, y te subes a otra combi hasta Barranco, que hay varias. Pero, mira, eso te aconsejo si quieres algo más tranquilo, no vaya a ser que se te desacelere el motor, hijo, que se baje casi bajando o rodando como bola de nieve, cuando tú quieres es subir a lo alto como el cielo y cantarateando.


Pero, por supuesto, cuando lo que tú quieres es llegar rápido, lo mejor es tomarte un taxi, y si son un grupo de cuatro o cinco, sale barato… miren que tienen taxis cómodos ustedes, a buen precio, tú solo tienes que decirle… algo importante: no digas a dónde vas como que muy lejos, tú solo escoge tu punto de referencia y di que vas unas cuadras más; puedes decir que vas unas ocho cuadritas (así , en diminutivo, que es más efectivo) después del estudio cuatro; luego, sale el distritto. Cuando te diga su tarifa, le das tu contrapropuesta, siempre calculando a no más de dos o tres soles por cada pasajero, o cuatro si es muy de madrugada. Así, puedes llegar rápido con tu gente y no con tanto gasto. Además, consigues taxi en cualquier parte y cualquiera puede conducir uno, y, si vas solo y te has gastado tu cerveza en el transporte, por lo menos, el taxista te cuenta sus historias y te acompaña así. Sí, acá, los taxistas saben hasta de energía solar alterna o te ayudan con asuntos legales, mira que a mí uno de ellos fue el que me dio el dato de cómo renovar mi visa cuando esta expire; sí, gastas, pero aprendes de todo un poco.


Pero eso, mi hijo, es ya para otra ruta, y prometo no ser tan extenso. Ahora, por ser la primera vez, me he presentado y todo eso, tú sabes; la próxima, te contaré mis secretos para hacer ruta con tus amigos camino a casa seguro y baratico. No olvides, no más, que, como decimos en la isla y decimos todos los de gran vivir, amar es compartir; pasa la voz y haz el bien en contar a tus amigos los consejos que este humilde rutero te ha brinda. Y no te preocupes: cuando parezca que el secreto se ha extendido a los recovecos más recónditos de la gran Lima de Reyes y los amigos del volante se vean impelidos a elevar sus tarifas, recuerda algo importante que te comenta este tu servidor en un pasaje de arriba: si hay algo que sobra en Lima, es taxi.


Ahora, es casi de día, y este caribeño de condición y cajutiano de corazón debe e explorar nuevas rutas y ya de hora punta, siempre a tu servicio, mi hijo.